En el nombre de madre se encierra, la más alta expresión del amor, porque no puede haber en la tierra, una imagen más clara de Dios, menciona el coro del Himno a la Madre que escribió Augusto C Cuello, un cántico que se vuelve hasta trillado en ésta temporada. Hoy más que conmemorar un importante evento se convierte en un día comercial, muchos que tienen el privilegio de tener a esa mujer ya golpeada por los sufrimientos de la vida regalan flores, chocolates, ropa, calzado, electrodomésticos y otras cosas materiales que no llenan ese vacío de cariño. ¡HIJO EL MEJOR REGALO QUE PUEDES DAR A MAMÁ ES UN ABRAZO, UN BESO Y HASTA UN EFÍMERO TE QUIERO!, algo que no necesariamente tiene que hacerse el segundo domingo de mayo de cada año.
Otros que por cosas del destino perdieron a ese ser especial les toca visitar el cementerio donde descansa su cuerpo, ellos buscan adornar con flores y rosas de las más costosas como claveles y girasoles, dirán y prometerán tantas cosas sobre una tumba "sorda" que no escuchará ese "rosario" de mentiras y exclamaran ese ¡TE QUIERO! que no pudieron decir cuando tuvieron la oportunidad de hacerlo, ¡ES DEMASIADO TARDE!
En la creación y en lo que todavía se busca encontrar o perfeccionar, (EL SOBERANO HN) está seguro que no existe cariño tan puro y sincero como el amor de una madre, que durante el pre-nacimiento se dedica a cuidar de ese cuerpo en formación cuando aun desconoce de su género y color de piel. Ese infante quien precisará de un adulto para que lo presente con el mundo y enseñe conceptos y matices de la vida. Después a pesar de ser hombres y mujeres de bien, para ellas seguirán siendo un niño que todavía necesita de sus mimos y consejos para enfrentarse a un sin número de problemas y a una sociedad cada vez más compleja. Pero no debe existir momento más amargo que el día que ya no estará junto a ti, aunque sus recuerdos prevalecerán por siempre en la mente y en el corazón de aquel solitario y huérfano pequeño que a su progenitora extraña como un ave al viento.
Muchas veces nos preguntamos ¿cómo es posible que en el mundo existan personas frívolas, vacías de cariño, que se olviden de ese amor único e incomparable?, pero con el tiempo se aventurarán por la realidad. Si la naturaleza es capaz de destruir como un rayo fugaz, para esos hijos ingratos es fácil alzar su mano y decir adiós, sin imaginar que dejan secuelas imborrables como después del paso de un ciclón.
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